domingo, 21 de noviembre de 2010

Y si todos los días parecen domingos..

Mis domingos son grises, melancólicos y solitarios, en ellos abundan la necesidad de no pensar o de pensar en algo o en alguien sin hacer nada mas que estar tumbada en la cama, abstraerme de todo para no sentir la soledad que producen los días como estos.
Son días en que parece que todo pasa muy lento y a la vez muy rápido cuando miras la hora. Son días en que necesitas la música para evadirte y a pesar de ello, la belleza de una canción triste te produce una gran angustia que describe perfectamente el momento en el que te encuentras. Son días en los que te preguntas ¿Por qué existo? ¿Por qué estoy comprimida en un cuerpo? ¿Por qué tiene tanta importancia la felicidad? ¿Acaso no estoy bien sintiéndome tristemente sola o mejor dicho junto a mí?  La cuestión es sentir o no sentir, existir o no existir.
 Yo disfruto viviendo ya sea feliz o sufriendo, aunque a veces piense que lo mejor es no sentir y no existir porque me canso de todo y no hay mejor solución que dormir y quien sabe si morir. Pero a pesar de eso, no quiero despegarme de la belleza que crean todos los sentimientos. El amor principalmente, que siempre ha sido la mayor inspiración para todos los artistas, incluyendo en ellos los que crean arte con sus gestos, con los abrazos, caricias y besos. Todos son unos poetas, todos dicen te quiero o te odio, todos expresan un sentimiento que en su esencia lleva lo incógnitamente bello. Por eso ya no creo en la felicidad que siempre tiene sus altos y bajos ni en la tristeza ni el dolor. Solo creo en la belleza que hay a mi alrededor, y doy gracias de tener la oportunidad de estar viva y conocer el mundo y los seres que infinitamente te deleitan con su arte de existir o morir.